En nuestra vida diaria, existen muchos gestos, acciones y hábitos que pueden provocar daños en nuestros dientes a largo plazo pero no somos conscientes de ello. Además, estas malas costumbres no sólo estropean la dentadura, también pueden ser las causantes de diversas enfermedades bucodentales. El Dr. Iván Malagón (www.ivanmalagonclinic.com) te muestra aquello que debes evitar:
1 Morder bolígrafos, lápices o cualquier otro objeto: esta es una manía muy extendida que puede causar un gran daño bucodental. Al apretar esos objetos entre los dientes, además de hacer que se desprendan trozos de plástico o madera, se pueden provocar microrroturas en las piezas dentales, debido a la fuerza que se ejerce.
2 Usar los dientes como herramienta multiusos: pequeños gestos como cortar hilo al coser, humedecerlo y pasarlo entre los dientes o abrir botellas, entre otras acciones, pueden hacer que, poco a poco, aparezcan pequeñas muescas en ellos que provocan que estos pierdan su regularidad. Estas acciones dañan la dentadura y, además, pueden ser las causantes de roturas severas en ella.
3 Cepillarse los dientes justo después de comer: a pesar de que es muy positivo mantener la rutina de higiene dental diaria, cepillarse nada más comer puede ser más perjudicial que beneficioso, ya que el pH de la boca cambia. Al tomar alimentos ácidos, refrescos o dulces este se vuelve más ácido, lo que hace que el esmalte dental se debilite. Si nada más comer cepillamos nuestros dientes la fricción de las cerdas del cepillo contra ellos puede dañar el esmalte, haciendo que la dentadura sea más susceptible al ataque de las bacterias presentes en la boca. Tras comer es recomendable que esperes un mínimo de media hora para cepillarte los dientes. Mientras, se puede beber agua o mascar chicle para favorecer la producción de saliva y que así el pH de la boca se restablezca lo antes posible.
4 Abusar de los cítricos: el alto consumo de naranjas y mandarinas perjudica a nuestros dientes, ya que los ácidos presentes en los cítricos debilitan el esmalte dental, aumentando el riesgo a sufrir caries, además de aumentar la sensibilidad dental.
5 Usar palillos dañan las encías: los palillos se han convertido en una manera rápida de retirar restos de alimentos de entre los dientes. A pesar de que tenemos que evitar que cualquier resto de comida quede en nuestra boca, utilizar palillos para su retirada no es lo más adecuado ya que pueden dañar los dientes y las encías. Elementos como el hilo dental o los cepillos interproximales son los instrumentos adecuados para eliminar los restos de comida presentes entre los dientes que el cepillo no es capaz de retirar. Su uso debe formar parte de tu rutina de higiene bucodental diaria, además del cepillado, para conseguir una limpieza completa de tu boca.
6 Morderse las uñas: es un mal hábito que, además de afear el aspecto de las manos, perjudica gravemente los dientes. Hacer chocar la dentadura de manera brusca hace que se desprendan pequeños prismas del esmalte, lo que da lugar a microfracturas que lo debilitan. No debemos olvidar que las manos son un foco de bacterias y al mordernos las uñas, provocamos que las bacterias presentes en estas puedan llegar a la boca, lo que aumenta el riesgo de sufrir caries. Además de causar patologías bucodentales, también puede provocar daños en las articulaciones de la mandíbula.