La llegada del sol es motivo de alegría para todos, menos para la piel. Su incidencia sobre la dermis produce multitud de daños que, aunque no se vean a corto plazo, hacen mella sobre ella. Por eso es fundamental mimarla como se merece durante el verano y protegerla de la manera más adecuada. Te damos los 10 mandamientos que debes tener en cuenta para mantenerla sana sin renunciar a un bonito bronceado:
1. Fíjate en el SPF del protector solar. El grado de SPF no da el nivel de protección sino la duración de la misma. Por eso, a menor grado de factor protector, mayor número de aplicaciones harán falta. Para que te hagas una idea, un SPF 30 debe ser aplicado cada 30 minutos y un SPF 50, cada 90 minutos, aunque dependerá de cada persona.
2. Lo aplicarás como mínimo 15 minutos antes de exponerte al sol. No esperes a llegar a la playa o a la piscina para sacarlo de la bolsa.
3. Lo extenderás de manera homogénea sobre la piel dando un suave masaje que permita una absorción completa en todas las partes del cuerpo.
4. No olvidarás que la piel requiere de una alta protección y los rayos UVA y UVB resultan cada vez más dañinos. Este tipo de productos protegen de los radicales libres y posibles quemaduras.
5. Evitarás combinar una crema con SPF con maquillaje, pues generarás un efecto pastoso sobre la piel del rostro. Esto se debe a un exceso de cantidad de productos que la piel no asimila adecuadamente. Usa una crema ligera con color que te proteja y a la vez aporte un tono saludable.
6. Renovarás el protector. Aunque los nuevos productos solares están formulados para tener más resistencia al agua, es probable perder cantidad de SPF. Por ello conviene, tras salir del agua, secarse (no dejar que lo hagan los rayos del sol) y aplicarse de nuevo el producto.
7. Te expondrás al sol progresivamente y evitarás las horas centrales del día, entre las 12h y las 16h, aunque lleves loción protectora.
8. Buscarás lo que tu piel necesita. Para las pieles que tienen tendencia a desarrollar granitos porque son más grasas, serán mejor los solares en spray, mientras que para aquellas que más se resecan, un aceite será perfecto, ya que protegerá mientras nutre por completo.
9. Usarás after sun. La exposición de la piel a los rayos solares puede producir quemazón, sequedad, deshidratación e hiperpigmentación incluso usando productos que posean pantalla total. Después de la ducha es aconsejable aplicar una loción after sun por todo el cuerpo porque hidrata y alarga el bronceado.
10. Recordarás que tu cabello también necesita protegerse. El sol, el cloro y la sal lo reseca y deberás darle un extra de hidratación para que se muestre sano.