Si antes era Ana Obregón la encargada de dar la bienvenida a la estación estival con sus famosos posados en bikini, ahora es Paula Echevarría la que, año tras año, se encarga de inaugurar la temporada luciendo palmito en la orilla del mar. Y esta año, ya lo ha hecho.
La actriz disfrutó de un divertido fin de semana “solo para chicas” en la localidad valenciana de Oliva, conocida por sus espectaculares playas. Hasta allí llegó con su hija Daniela, que en agosto cumplirá 8 años, y tres de sus mejores amigas, con las que se alojó en un conocido resort de cinco estrellas. En esta ocasión, no pudo acompañarlas David Bustamante, que se encuentra en plena promoción de su nuevo trabajo discográfico, Amor de los dos, inspirado en boleros mexicanos.
Rueda la próxima temporada de ‘Velvet’
Paula, por su parte, también está plenamente dedicada al trabajo, pues está rodando la próxima temporada de Velvet y hace solo unos días confirmaba que, al menos hasta finales de julio cuando finalice el rodaje, no podrá tomarse unas buenas vacaciones en familia. Sin embargo, esta escapada a la costa valenciana le ha servido al menos para cargar las pilas, disfrutar de la compañía de sus amigas, someterse a algunos de los tratamientos de belleza del spá del hotel y, cómo no, posar para sus seguidores de Instagram con un espectacular bikini en dos tonos que, sin duda, pronto comenzará a agotarse en las tiendas. Y es que todo lo que se pone Pau se convierte en todo un éxito de ventas. A sus 38 años, la actriz luce un cuerpo perfecto, fruto de varios meses de duro entrenamiento junto a Juanjo Rodríguez, conocido como el entrenador de las celebrities, famoso por poner en forma a numerosos rostros conocidos de nuestro país con duras sesiones de trabajo. El resultado salta a la vista, y gracias a él hace solo unas semanas la actriz protagonizaba la portada de la revista Women’s Health presumiento de abdominales. Ella misma ha reconocido que solo ha pasado una vez por el quirófano para hacerse un aumento de pecho y que no es una experiencia que repetiría. Vamos, que lo suyo es pura genética y mucho trabajo.