Una de las características inherentes al verano es el cambio de la dieta: diferentes horarios, más comidas realizadas fuera de casa y periodos vacacionales en los que la cocina casera pasa a un segundo plano. El resultado más inmediato es la pérdida de los buenos hábitos alimenticios, con consecuencias que llegan más allá de las fechas de estío. Pero ¿cómo cuidarnos sin renunciar a los placeres gastronómicos veraniegos?
Kaiku Sin Lactosa te da la respuesta: hay que mantener un consumo diario de productos que garanticen las necesidades básicas de nutrientes esenciales. Entre ellos, la leche se alza como un alimento triunfador. ¡Exprime sus beneficios al máximo!
1. Hidratación. Es necesario mantenerse adecuadamente hidratado durante el verano, recomendándose entre 1,5 y 2 litros diarios de líquidos. ¿Cuáles son las ventajas de combinar el agua con la leche durante este periodo? Además de mantener los niveles de hidratación adecuados, la leche proporciona minerales y nutrientes esenciales que rehidratan el cuerpo al máximo durante el verano.
2. Cuidado de la piel. La leche contiene diversos nutrientes esenciales que ayudan a la piel a lucir su mejor apariencia si el cuerpo se acostumbra a consumirla a diario. El ácido láctico contiene enzimas que ayudan a mostrar un cutis liso, aminoácidos que lo mantienen hidratado, y minerales con efecto antioxidante. En una época del año en la que la piel está más expuesta que nunca, cuidarla ‘desde dentro’ con los alimentos adecuados es fundamental.
3. Poder saciante y energizante, 2 en 1. El picoteo entre horas es un elemento inherente al verano; el ‘bajón’ durante los picos de calor, otro. Para ello, un vaso de leche a baja temperatura resulta la opción idónea por su poder saciante y energizante.
4. Dientes de foto. El verano es oficialmente la época en la que más imágenes se comparten: según un estudio de Facebook, durante los meses de calor se comparten un 22% más de fotos que durante el resto de estaciones. Cuidar la dentadura durante este periodo (con un motivo estético añadido a los habituales motivos de salud) es otro de los motivos por los que decantarse por la leche como bebida: el calcio, el fósforo y la caseína de la leche protegen los dientes y los fortalecen frente a los alimentos más agresivos con el esmalte. La vitamina D presente en la leche ayuda a su vez a la absorción del calcio.
5. ¿Un viaje exótico? Más vale leche en mano… Nuestro estómago tiende a no estar acostumbrado a ciertos sabores característicos de la cocina exótica o variedades locales de alimentos que podemos encontrar en nuestra geografía. Estos sabores pueden causar tanto episodios de acidez como una sensación de quemazón en boca que se combate de la manera más eficaz con pan o con leche. Si la leche es sin lactosa, además de eliminar el picor, ayudará a la digestión y a reducir la sensación de ardor.