Una manicura impecable sube el nivel de cualquier ‘look’. Pero, ¿sabías que en verano el esmalte protege la salud de tus uñas? Masglo (www.masglo.eu) te revela las cuatro razones por las que el esmalte es el mejor amigo de tus uñas en los meses de calor.
LAS PROTEGE CONTRA EL DAÑO SOLAR
Al igual que el resto del cuerpo, las uñas también necesitan protección contra los rayos del sol. Sin embargo, su superficie es demasiado resbaladiza como para que el fotoprotector se fije sobre ellas. ¿La buena noticia? El esmalte supone, por sí mismo, un protector solar ya que crea una barrera frente al sol. Importante: cuanto más oscura y opaca sea la capa de color, más efectividad se obtiene.
LAS IMPERMEABILIZA FRENTE AL AGUA
Mantener demasiado tiempo las manos y los pies a remojo es perjudicial en cualquier época del año. En verano, la atracción natural a permanecer dentro del mar/piscina mucho tiempo provoca que las uñas, debido a su naturaleza porosa, se debiliten y se descascarillen como resultado. El esmalte protege las uñas bloqueando la absorción de agua. En este caso, el color no es determinante y un tratamiento como la base Fortalecedora de Ajo y Limón resultará idónea para evitar el problema.
HIDRATACIÓN E IRRIGACIÓN
Cuando se esmaltan las uñas, se presta más atención al cuidado de las cutículas. ¡Y éstas lo agradecen! No sólo ellas: también las uñas, que requieren muchísima hidratación. El aceite es el tratamiento idóneo, ya que llega al lecho de la uña y la nutre en su origen. Utilizar una vez al día el Aceite Regenerador de Cutículas de Masglo, con ceramidas y vitamina E, las fortalecerá perceptiblemente y les proporcionará un extra de nutrición.
Aplicar el aceite con un masaje supone un gesto indispensable ya que, de esta forma, se incrementa el flujo sanguíneo de la zona y se fomenta el crecimiento de las uñas.
ESCUDO ANTI HONGOS
Que los bordillos de las piscinas, las duchas de las playas, (y todo lugar en donde muchos pies descalzos cohabiten a sus anchas) son un foco de hongos es conocido por todos. Su contagio es rápido y su tratamiento, pesado y muy complejo. Mantener las cutículas hidratadas y además llevar las uñas esmaltadas, aunque sea sin color, supone un escudo más contra el ataque fúngico.