Con la llegada del calor, llegan también el ‘terraceo’, las cañas fresquitas, los tintos de verano, los pinchos… Estas (tan irresistibles) trampas que se empeñan en tirar por la borda casi medio año de ‘operación bikini’, ¿cómo convivir con ellas? Alejandro Cánovas, nutricionista del hotel Barceló Montecastillo, revela las cinco reglas de oro para que no pierdas la figura sin renunciar a tu vida social.
1. ¡Una caña, por favor!: en contra de lo que muchos pueden pensar, no es necesario renunciar a la cerveza fresquita, de hecho, muchas investigaciones han demostrado que el consumo de cerveza sin alcohol tiene numerosos beneficios, entre ellos el de estimular la producción de ‘colesterol bueno’, que previene la formación de depósitos de grasa en las arterias y disminuye el riesgo de padecer infarto en corazón y cerebro. Además, añade Alejandro, “contiene antioxidantes que frenan el envejecimiento y deterioro de las células del organismo”.
2. Me apetece un refresco: las mejores opciones embotelladas, aparte de la cerveza sin alcohol, son el zumo de tomate o un té frío, ya que “son las más naturales, bajas en calorías y no tienen gas”.
3. Dale al pepinillo: Según Alejandro “la mayoría de los encurtidos aportan solo 15 calorías por 100 gramos y son una gran fuente de fibra”, por esta razón los pepinillos, berenjenas, zanahorias, cebollas en vinagre son una opción excelente para acompañar nuestras bebidas veraniegas.
4. Si viene del mar, sí: calamares, mejillones, gambas, pulpo, sardinas, boquerones, anchoas… “todos los pescados y mariscos son bienvenidos a la hora de picar algo, eso sí: a la plancha o al vapor, nada de fritos”.
5. La auténtica ‘operación bikini’: los mini sándwiches son una tapa habitual en las terrazas españolas, ¿podemos comerlos? Por supuesto “siempre que sean de pan integral, sin mantequilla ni queso”. Los más saludables son de tortilla, huevo duro, pavo o jamón serrano y vegetal sin atún.