El musical West Side Story triunfa en el Teatro Calderón de Madrid (Calle Atocha 18).
Nueva York, verano de 1957. Oeste de Manhattan. Dos bandas callejeras, los Jets (jóvenes nacidos en Estados Unidos, hijos y nietos de emigrantes europeos) y los Sharks (los primeros inmigrantes puertorriqueños llegados a la gran manzana) se disputan el territorio. Su rivalidad dinamita la convivencia en el barrio.
Cuando el líder de los Sharks, Bernardo, hiere a un miembro de los Jets, la ofensa exige venganza. Preparando la respuesta, Riff, el jefe de los Jets, acude a Tony, su mejor amigo y fundador retirado de la banda, para que les lidere en la pelea. Tony accede a su petición, sumándose al choque que dirimirá la supremacía en el barrio.
Entonces descubrimos a María, la hermana de Bernardo recién llegada de Puerto Rico, quien sueña con culminar su primera noche en Nueva York asistiendo al baile en el gimnasio del Instituto. Allí conocerá a Tony y cambiará su destino. Tony y María, ajenos a la mirada de los demás, se reconocen como uno, funden sus pieles y saben que están en el momento y sitio exacto para el amor. Se besan y dan vida a un nuevo mundo.
Testigo del milagro inesperado, enfurecido y desconcertado, Bernardo convoca un consejo de guerra entre las bandas para pactar los términos del enfrentamiento. Mientras que los amantes se citan a escondidas en mitad de la noche para prometerse amor eterno, los líderes de las bandas discuten los detalles de la pelea que pondrá fin a la lucha por el territorio y restablecerá el honor de los Jets. La cita será la noche siguiente, bajo el puente de la autopista. A puños, sin armas. Tonight, Tonight…esta es la noche…. De Tony y de María, para jurarse amor eterno. De los Jets y de los Sharks, para la gran pelea.