En los meses de invierno cambia nuestra alimentación y el organismo nos pide platos más calientes y menos ensaladas. ¿El motivo? Nuestro cuerpo consume más energía para combatir la temperatura exterior y mantener el calor corporal. Una buena manera de hacerlo es con platos de cuchara, pero también con alimentos que potencian tu calor interno. Nerea, la experta en nutrición y bienestar del hotel Barceló Portinatx, revela tips saludables para que el cuerpo eleve naturalmente la temperatura y a la vez se mantenga bien nutrido:
- Añade vegetales y hortalizas de hoja verde a tus platos. Estos nos hidratarán y ayudarán a nuestro organismo a mantener una buena temperatura corporal y facilitarán que la sangre circule fluidamente y esté oxigenada. “Las sopas y los caldos son una gran fuente de nutrientes y pueden ser la cena perfecta si les añadimos verduras y las acompañamos con huevo, carne, pescado o pollo. Otra opción son las cremas y los purés, ideales como primer plato o de acompañamiento”, afirma Nerea.
- No te cortes con las especias. La cayena, las pimientas, el clavo, la canela, el ajo, la cúrcuma… además de ser un buen condimento y dar sabor, aumentan la temperatura corporal, activan el metabolismo y estimulan la quema de las grasas en el cuerpo. “En concreto, el jengibre es un gran aliado para combatir el frío pues hace que suba la temperatura corporal sin aportar apenas calorías, y además es un reconocido antiinflamatorio que refuerza el sistema inmunitario”.
- Sí a las grasas saludables. El aguacate, el aceite de oliva, o los frutos secos generan una capa en la piel y protegen del frío. “Los frutos secos tienen un alto contenido calórico, por lo que producen calor en nuestro cuerpo y nos ayudan a mantener la temperatura adecuada para que todo funcione correctamente a pesar de las bajas temperaturas”. Un puñadito de almendras, avellanas o nueces (unos 30g aprox) puede ser un snack perfecto a media mañana o por la tarde.
- Hidratos de carbono, pero con control. Este tipo de alimentos (legumbres, pasta, arroz) ayudan a combatir el frío, no tanto por tomarlos calientes sino porque aportan energía de forma rápida. “Son indispensables para una alimentación equilibrada, pero eso no quiere decir que debamos elaborar grandes y contundentes platos rebosantes de grasa”. Bastan unos garbanzos con espinacas, huevo duro y curry para tener una receta de legumbres muy completa.
- Combina el agua con infusiones y tés. Mantenerse hidratado es otra de las claves, pero en invierno suele dar más pereza beber agua, así que “puedes ingerir líquido bebiendo infusiones y tés calientes, una muy buena alternativa por todos los beneficios para la salud que tienen: aportan antioxidantes, favorecen la digestión, ayudan a depurar el organismo y te mantienen calentito”.