Las emociones negativas, como la depresión o la ansiedad, suelen ser algunos de los factores causantes del dolor de espalda.
La personalidad también afecta a estos dolores. Por ejemplo, si el paciente es una persona introvertida su cuerpo tenderá a resguardarse en sí mismo para evitar enfrentarse a determinadas situaciones. Esto hace trabajar más a los músculos de la parte anterior, lo que provoca un desequilibrio hacia delante.
En contraposición, si el paciente es una persona extrovertida, su cuerpo estará desplegado e inclinado hacia delante, con el fin de reaccionar rápidamente cuando la situación lo requiera.
Como nos recuerda Carlos García, Director Farmacéutico de Pfizer Consumer Healthcare, las soluciones de calor localizado, como los parches térmicos ThermaCare, ayudan a aliviar el dolor muscular sin medicamentos.