El patinete eléctrico es una opción perfecta para muchos de los trayectos que hacemos utilizando vehículos tradicionales, con motor de combustión. Se trata un medio económico y respetuoso con el medioambiente, dos parámetros cada vez más valorados por el ciudadano.
NIU, proveedor líder mundial de soluciones de movilidad urbana inteligente, cuenta con una nutrida oferta de patinetes capaces de afrontar distancias cortas, medias y largas dentro de las ciudades. La compañía ha utilizado su experiencia para desarrollar esta pequeña guía, que busca dar a conocer los gastos que implica tener un coche respecto a un patinete eléctrico.
El precio de la gasolina y la electricidad
Llevamos meses con cifras récord en el precio tanto de la gasolina como de la electricidad. ¿Cuánto nos cuesta llenar el depósito o cargar el patinete? Es ahí donde puede radicar uno de los principales motivos para optar por uno u otro vehículo, al margen de que utilizar el patinete es siempre sinónimo de respeto medioambiental.
La gasolina sin plomo 95 ronda los 1,74 euros el litro, mientras el diésel sobrepasa los 2 euros. Esto supone que llenar un depósito de unos 65 litros cuesta 130 euros. En el caso de un coche de gasolina que consuma 7,5 litros a los 100 kilómetros, estaríamos hablando de que recorrer esa distancia cuesta unos 13 euros en combustible, por los 15 euros que pagaremos en el caso de que sea un diésel -si bien generalmente estos consumen menos-.
En cuanto al coste de carga de un patinete, si tomamos como estándar uno con 7.500 mAh de batería y 36V, esto supondría una autonomía aproximada de 25 kilómetros. Cargar la pila del patinete al completo tendrá un precio aproximado de 0,50 euros por cinco horas de carga -unos 10 céntimos la hora-, aunque dependerá de la tarifa contratada y la franja horaria en que se cargue. Esto supone un gasto de unos 2 euros por cada 100 kilómetros. Cuatro o cinco veces menos de lo que costaría recorrer la misma distancia en un coche de gasoil o gasolina.
El resto de los costes
Si se desea tener un vehículo en propiedad, el primero de los gastos que se ha de asumir, más allá del de la energía, es la compra del mismo. Un patinete de gama media-alta ronda entre los 500 y los 700 euros. En cuanto a lo que cuesta un coche, según datos de la Agencia Tributaria, el coste medio de este tipo de vehículos en España es, en la actualidad, de 21.553 euros. Ha subido la friolera de 5.000 euros en los últimos cinco años.
Una vez adquirido el vehículo, hay que mantenerlo. Revisiones, seguro, impuestos… En el caso del patinete eléctrico, los gastos de taller rondan, de media, los 150 euros al año, si bien es algo que depende en gran medida del uso que le demos. Disponer de un seguro tiene un coste anual que se mueve, según las ofertas actuales de las aseguradoras, en una horquilla de entre 10 y 30 euros al año, en función de la cobertura elegida.
Para un coche con un coste medio como el referido anteriormente, existen seguros a terceros básicos desde 150 euros a 300 euros al año, aproximadamente; si se opta por un seguro a todo riesgo con franquicia, su coste estará entre los 250 y los 550 euros. Si se contrata uno a todo riesgo sin franquicia, estaríamos hablando de unos 800 ó 900 euros al año, según reflejan varios comparadores de seguros online.
En cuanto al coste del impuesto de matriculación, los patinetes que no superan los 25 km/h están exentos del pago del mismo -no son matriculables-. Están también eximidos del pago del mismo los coches eléctricos y los híbridos enchufables que homologan emisiones reducidas. Publicaciones especializadas han fijado el aumento del coste medio de un vehículo en 1.000 euros debido al impuesto de matriculación -la tasa se recalculó en 2022- .
Hay otra tasa que se debe asumir: el impuesto de circulación. En una ciudad como Madrid, los vehículos con 8 caballos fiscales pagan 24 euros, por los 224 euros que abonan los que superan los 20 caballos fiscales, según datos de la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA).