El 22 de diciembre y el 5 de enero son días señalados en el calendario de todos los españoles. Pensamos que muchos sueños se podrán hacer realidad si nos toca la lotería, la vida cambiará, los problemas se solucionarán y la felicidad llegará a esas personas a quienes la suerte ha llamado a sus puertas. Pero, ¿es esto realmente cierto?, ¿la felicidad llega con los números premiados o simplemente es una felicidad pasajera? ¿Los participantes no afortunados, pueden pensar que su felicidad ya no será posible? El Coach y psicólogo, presidente de ASESCO (Asociación Española de Coaching) José Miguel Gil, analiza este conocido mito y da los mejores consejos para los afortunados y para los que no lo sean.
“Podemos pensar que el dinero da la felicidad o que el dinero no da la felicidad, pero ayuda a conseguirla. Un estudio ha demostrado que los niveles de felicidad después de seis meses de tocar la lotería serán similares a los que se tenían anteriormente. También se realizó este estudio en un tema no tan positivo respecto a un hecho traumático (personas que habían sufrido un accidente de tráfico y se habían quedado tetrapléjicas). Los entrevistados, también 6 meses después a la tragedia, tenían los mismos niveles de felicidad que antes de lo ocurrido”. Afirma José Miguel Gil.
Por lo tanto, esto significa que el dinero no da la felicidad más allá de un mínimo umbral. Si no tenemos nuestras necesidad básicas cubiertas, sí nos va a ayudar, pero si las tenemos cubiertas, el tener un nivel económico mayor no nos va a dar la felicidad que pensamos que nos puede dar. “La felicidad está dentro de uno. La felicidad parte de esa actitud con la cual vamos a enfrentarnos a la vida. Debemos sacar el mejor provecho a nuestros recursos internos para poder vivir una paz llena bienestar, tranquilidad y serenidad”, concluye José Miguel.
Si tu número es el afortunado:
– Aunque parezca complicado por la euforia del momento, es importante tener la mente fría en cuanto a la gestión del dinero agraciado. Aquí hay que hacer uso de una buena gestión emocional y no lanzarnos a lo loco a gastar el dinero en todo lo que se te ocurra.
– Haz una lista con todo lo que quieres hacer y prioriza por orden de importancia. Cada deseo que tengas en esa lista, reflexiónalo con tranquilidad y pregúntate para qué quieres hacerlo y escribe lo que sentirás y qué valores vivirás cuando lo realices.
– Procura mantener la calma y que tu vida interior no se vea muy afectada por este cambio. Aprovecha esta oportunidad para profundizar más en ti, crecer como persona, vivir tus valores y empatizar más con las personas que te rodean.
– Disfruta del dinero sabiendo que no da la felicidad pero ayuda porque puede hacer más felices a los demás. En este punto es importante saber poner límites desde el equilibrio en esas ayudas económicas a familiares y amigos, para que la relación con ellos no acabe deteriorándose.
Si tu número no es el afortunado:
– Realmente el único disgusto o decepción será la expectativa de ganar no cumplida. A más expectativas mayor es la decepción. Procura vivir este momento como un juego.
– Tenemos muchas cosas que nos dan felicidad además del dinero. Vivimos en una sociedad que ha entronizado al dinero como si fuera lo único que te da la felicidad. Conéctate con tus valores más profundos, aquellos que no necesitan dinero para experimentarlos, o sea todos realmente.
– Alégrate de corazón de las personas que han sido agraciadas por este premio y deséales que sepan gestionar correctamente su nueva situación y que puedan aportar y ayudar al mundo de la mejor forma posible.
– Aprovecha este día tan especial para recordarte que tú también eres especial y que puedes ser muy feliz y hacer felices a las personas que te rodean simplemente demostrándoles amor, comprensión y empatía.
Recuerda, si te toca la lotería, eres afortunado, pero no feliz y, Si no te toca, tu felicidad no depende de ello.