¿Un vaso de leche al día es suficiente?, ¿todas los lácteos son iguales? Estas preguntas y muchas más forman parte del imaginario popular, las cuales ponen en duda los beneficios de la leche y sus derivados como el queso o el yogur. Kaiku Sin Lactosa analiza los mitos más populares sobre el consumo de lácteos y pone en claro sus beneficios. ¿Qué porcentaje de verdad existe detrás de las leyendas formadas en torno a ellos?
El consumo de lácteos sólo afecta a los huesos. FALSO
Por supuesto que el aporte de calcio de los lácteos es imprescindible a la hora de fortalecer los huesos, sin embargo, son los músculos los grandes beneficiados del consumo diario de lácteos. Estudios realizados con deportistas y personas muy activas físicamente demuestran que estos alimentos mantienen los niveles de energía del cuerpo al tiempo que ayudan a crecer su masa muscular.
Todos los productos sin lactosa son iguales. FALSO
Los productos sin lactosa están a la orden del día: ligeros, digestivos y para todos los públicos. Aunque debemos recalcar que no todos son iguales, y es que existen los lácteos bajos en lactosa y lácteos sin lactosa. Los primeros tienen un contenido en lactosa inferior a su versión natural (desde 0,1g hasta 0,6g por cada 100ml frente a los 4,7 de la leche normal), mientras que la variante sin lactosa tiene un contenido inferior a 0,01g por 100ml, resultando más efectiva en la protección de las digestiones y en la sensación de ligereza proporcionada.
Durante la toma de antibióticos, es bueno incorporar yogur en nuestro menú diario. VERDADERO
Como tratamiento de muchas enfermedades, los antibióticos entran en escena, los cuales actúan de manera agresiva contra las bacterias infecciosas y, de manera colateral eliminan las positivas encargadas del equilibrio de la flora intestinal. Consumir yogur ayuda a proteger y recuperar el intestino durante y después del consumo de antibióticos gracias a su contenido en bacterias saludables.
Un vaso de leche al día es suficiente para lograr la cantidad diaria recomendada de nutrientes lácteos. FALSO
Si bien es cierto que el aporte nutricional de un vaso de leche es reseñable, es importante doblar el consumo de leche o complementarlo con otro derivado lácteo, como los yogures o el queso. Con el objetivo de alcanzar la cantidad diaria recomendada, podemos introducir la leche en recetas en las que pueda sustituir al agua o consumir batidos como almuerzo o merienda.
El queso es un básico a la hora de hacer ejercicio. VERDADERO
Consumiéndolo tanto antes como después de hacer deporte, el queso es una gran fuente de nutrientes para los más deportistas. Antes, proporciona un extra de energía necesario y garantiza la sensación de bienestar; y después ayuda a la recuperación, ya que sus carbohidratos ayudan a reponer las reservas de energía y las proteínas reparan los músculos tras el ejercicio.
El yogur ayuda a hacer bien la digestión. VERDADERO
“Este alimento hace que el proceso sea lo más liviano posible gracias a la acción de los probióticos. Además, es importante tener en cuenta los yogures con Lactobacillus ya que ayudan a la correcta absorción de los nutrientes al equilibrar la flora intestinal”, nos cuentan desde Kaiku Sin Lactosa.