La noche del 11 de febrero de 2017 será difícil de olvidar para Isabel Pantoja. Tras dos largos años de silencio, la tonadillera regresaba a los escenarios ante 10.000 personas, en el Palacio de los Deportes de Madrid. Durante tres horas ininterrumpidas de concierto, la sevillana derrochó su arte y demostró que vuelve al panorama musical pisando fuerte.
“Sigo estando aquí” u “Os quiero un montón, más de lo que podéis imaginar” fueron algunas de las frases que Isabel dedicó a su incondicional público, que disfrutó a tope de los temas de siempre y de los nuevos entregado por completo a su diva.
Pero si por algo estuvo marcada la noche fue por la emoción. Además de por sus amigos, Pantoja estuvo arropada por sus dos hijos, Kiko e Isa, su nuera Irene, su sobrina Anabel y por otros miembros de su familia, incluida su madre Doña Ana. A pesar de su avanzada edad y su delicado estado de salud, quiso estar al lado de su hija y la cantante se lo agradeció dedicándole un tema y un bonito mensaje: “No me dejes nunca, mamá”.
Sin duda fue una velada mágica, cargada de sentimientos, en la que los reencuentros, la buena música y los aplausos fueron los protagonistas.