El aguacate (Persea Americana), perteneciente a la familia de las Lauraceae, es una fruta que hace la boca agua por su cremosidad y textura. De piel gruesa y una única semilla de gran tamaño, posee una pulpa carnosa de color verde amarillento. Sus usos en la cocina son múltiples, ya sea para disfrutarlo de manera sencilla o para convertirlo en protagonista de exquisitas y saludables recetas de vanguardia.
Y es que esta fruta existe desde hace miles de años, aunque no fue hasta el siglo XVI cuando se tiene constancia de que se empezó a cultivar en España. A pesar de ser tendencia gastronómica y de su auge tanto a nivel nacional como internacional, aún hay muchos detalles desconocidos de este superalimento. Por ello, WAO desvela siete curiosidades del aguacate:
1. Su origen. Comienza hace miles de años con su descubrimiento en México y Perú. Posteriormente se introdujo en el resto de Sudamérica y EEUU. Además, los Mayas, Incas y Olmecas ya lo incluían en su dieta. Fueron los españoles quienes le dieron el nombre de “aguacate”, que proviene de la palabra “alhuacatl” del proto-azteca Nahuat, mientras que el pueblo indio le dio el nombre de “palta”, que es como comúnmente se le conoce en Sudamérica.
2. Su llegada a España. Se dice que allá por el siglo XVI los españoles introdujeron el aguacate en España, tras el descubrimiento de América. Las primeras hipótesis apuntan a que Valencia fue la primera ciudad en recibir esta fruta. Posteriormente, los primeros intentos de cultivo en Málaga datan del siglo XVIII.
3. Su consumo de agua. En la actualidad, para producir un kilo de aguacate hacen falta 1.000 litros de agua. Esta cantidad de agua parece bastante elevada, sin embargo, la concepción varía si lo comparamos con alimentos de uso diario como la carne de cerdo, de ternera o el chocolate, por ejemplo, ya que harían falta 6.000, 15.400 y 17.000 litros de agua respectivamente para conseguir un kilo de cada alimento.
4. Sus múltiples propiedades beneficiosas. 100 gramos de aguacate contienen unas 160 calorías, esto puede parecer mucho, pero si tenemos en cuenta el efecto saciante que produce y que todas ellas son grasas monoinstauradas (es decir “grasas saludables”) sus ventajas resultan incuestionables. Además, el aguacate también es rico en fibra, conteniendo un 27% de la cantidad diaria recomendada en una porción de 100 gramos, contribuyendo así a un metabolismo adecuado.
5. España es la cuna europea del aguacate. España es además la cuna del aguacate en Europa, debido especialmente a la zona de la Axarquía, donde gracias a sus condiciones climáticas se produce la mayor parte de la producción total del país. En Andalucía el cultivo del aguacate ocupa unas 10.000 hectáreas y en España ya son más de 11.800, siendo la comarca de la Axarquía el principal exponente. En 2018, se consumieron más de 74 millones de kilos de aguacates en nuestro país, 19 millones más respecto al año anterior, lo que representa un aumento del 25%.
6. El arte de pelar el aguacate. La mejor forma de pelar un aguacate es separándolo en dos mitades. Después se le quita el hueso con un cuchillo y se extrae la pulpa con una cuchara, para posteriormente cortarlo en láminas (de esta manera el aguacate sale entero). O, por otra parte, en vez de extraer la pulpa con una cuchara, laminar primero el aguacate y después quitarle la piel.
7. Más variedades de las que podías imaginar. Son muchas las variedades de esta fruta tan deliciosa, entre ellas podemos encontrar Hass, Lamb Hass, Reed, Fuerte, Criollo, Choquette, Bacon, Pinkerton, Gwen, Zutanto, Nabal… Pero en el mundo la variedad de esta fruta que más se consume es Hass. En Europa, por ejemplo, en torno al 90% del consumo de aguacate es de esta variedad. Este tipo de aguacate suele pesar entre 140 y 400 gramos, se torna morado a negro al madurar, su piel es gruesa y con textura rugosa. El tamaño de su semilla es mediano aprovechando así casi el 70% de la pulpa.