El buen tiempo se ha colado en nuestros días, y disfrutar de momentos al aire libre en familia se convierte en la opción más recurrente para divertir a los más pequeños. Ya sea una escapada a la playa, a la montaña o al parque, nunca podemos olvidarnos de aplicarles un buen protector solar en la piel. Pero, ¿podemos usar para los niños los
mismos fotoprotectores que para los adultos? La respuesta es NO, debido a que los peques tienen el sistema de defensa cutáneo inmaduro, presentando un 30 % menos de espesor epitelial y una capacidad insuficiente para sintetizar la melanina (como mecanismo de defensa), lo que les convierte en personas muy vulnerables al sol.
La salud de la piel de los niños dependerá de los cuidados que se realicen antes de los 18 años, pues es en este tiempo cuando se produce el 80% del daño solar en la piel. Por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja la sobreexposición al sol de los niños durante su infancia, ya que de esta forma conseguiremos una disminución de los riesgos para la salud cutánea en la edad adulta. Proteger la piel del bebé y del niño de los rayos solares no sólo les prevendrá de las quemaduras solares, sino que también contribuirá a prevenir la aparición de afecciones más
importantes en su futuro.
La gama de protectores solares P20 y P20 Kids
Está desarrollada específicamente para una duración prolongada. Un producto perfecto para toda la familia, ideal para los niños y aliado de los deportistas, ya que proporciona:
• “Muy resistente” al agua y al sudor (máxima catalogación otorgada en Europa), incluso tras un baño de 80 minutos.
• Protección UVB muy alta (FPS 50+) duradera, hasta 10 horas.
• Filtro UVA 4 de última generación para pieles sensibles al sol.
• Fórmula en crema ligera, fácil de extender y secado rápido (40 segundos).
• Dermatológicamente probado con pruebas in vivo.
• Libre de colorantes, perfumes y parabenos.
P20 está compuesto por filtros orgánicos que actúan por absorción de la radiación solar ultravioleta. Estos filtros captan la energía incidente y la transforman en otro tipo de energía de longitud de onda diferente, inocua para la piel, es decir, la transforman en calor. Se han escogido filtros orgánicos que, por sus características, han hecho de
P20 un producto único:
• Moléculas muy fotoestables → Resistentes a la luz solar y sus procesos de degradación.
• Moléculas poco solubles en agua → Confieren al protector solar una resistencia al agua superior.
• Acabado en la piel → Gracias a su composición permiten un acabado en la piel
seco y para nada pegajoso.